Franz Kafka nació en Praga, el 3 de julio de1883. Fue un escritor checo
en lengua alemana, proveniente de una familia de comerciantes
judíos. Se formó en un ambiente cultural alemán, y se
doctoró en derecho.
Pronto comenzó a interesarse por la mística y la
religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y
favorecieron su adhesión al sionismo.
Su proyecto de
emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros
síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte en Kierling, Austria, 1924.
A pesar de
la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su
vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y
de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz
Kafka se dedicó intensamente a la literatura.
Ordenó a su amigo y consejero literario Max Brod
que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, a pesar de ello, su obra llegó hasta nosotros y se cuenta entre las más influyentes e
innovadoras del siglo XX.
En la línea de la Escuela
de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka
se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de
absurdo, ironía y lucidez.
En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones,
que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en
prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente
innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. El libro
pasó desapercibido y los siguientes tampoco obtendrían éxito.
El
estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en
el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una
etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.
En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y,
poco tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que
escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la
escritora checa Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve
romance y una abundante correspondencia, no publicada hasta 1952. Al fin de su vida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el gran amor
que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza.
La
existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo
irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo
fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto,
trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin.
Sus personajes, designados frecuentemente con una inicial (Joseph K o
simplemente K), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse.
Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis,
introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite
desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha
llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo.
Su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le
han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la
literatura contemporánea.
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