En Madrid, 1994 muere Juan Carlos Onetti, novelista uruguayo, considerado el escritor más
importante que ha dado la literatura uruguaya y uno de los máximos
creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX. Perteneció a la llamada generación del '45
A mitad de la carrera de Derecho, desertó de
los estudios y desde la temprana
adolescencia frecuentó las redacciones de periódicos y revistas de ambas
márgenes del Río de la Plata, viviendo alternativamente en Montevideo y
Buenos Aires. Vivió un cuarto de siglo entre ambas capitales, de cuya
síntesis surgiría la fantasmal Santa María donde transcurren sus
principales ficciones.
Fue Secretario de redacción del semanario Marcha,
donde firmaba sus críticas y colaboraciones con el popular seudónimo de
Periquito el Aguador.
Afincado en Montevideo, entre 1955 y
1975 fue director de bibliotecas municipales de Montevideo y
luego integrante de la junta directiva de la Comedia Nacional, hasta
que en el último de los citados años fue acusado de actividades
subversivas por la dictadura que gobernaba su país, y se exilió en Madrid hasta su muerte.
En Uruguay había
obtenido el Premio Nacional de Literatura, en 1962, y en España se le
concedió el Cervantes, en 1980, y un año antes el de la Crítica por Dejemos hablar al viento.
Después de sus primeros relatos se
inició en la novela con El pozo (1939). Luego escribió Tiempo de abrazar (1940), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943), Los adioses (1954) y Para una tumba sin nombre (1959), además de las sucesivas colecciones de cuentos Un sueño realizado (1951), La cara de la desgracia (1960), El infierno tan temido (1962) y Tan triste como ella (1963).
Ell pasaje a la madurez se produjo
con la escritura de La vida breve (1950), su primera obra maestra, que tendría posterior continuidad en otros dos títulos igualmente magistrales: El astillero (1961) y Juntacadáveres
(1967).
Los
temas y la atmósfera que van configurando la producción de Onetti son
comunes y sórdidos: la soledad, la prostitución, la rutina, el dinero. La vida breve
(entre las mencionadas) es por su exasperado realismo una auténtica
obra maestra: relata el desdoblamiento de un ser tímido y sin aliento,
José María Braussen, que se inventa otro yo, José María Arce, personaje
violento que planea un crimen. En ella se da la fundación de Santa
María, una ciudad mítica y ficticia, de indeterminado emplazamiento rioplatense, escenario de todo el ciclo narrativo.
El astillero y Juntacadáveres se centran
en la historia del personaje Junta Larsen. La última, aunque escrita
posteriormente, se refiere a hechos anteriores de Larsen, cuando éste
proyecta organizar científicamente un burdel en la hipócrita sociedad de
Santa María. En El astillero se relata el
delirio y la derrota del personaje, enredado en la reorganización del
astillero de un tal Petrus y en la seducción de la hija de éste.
El
ciclo se completó con dos títulos que recuperan historias ocurridas en
la vecina Lavanda o en el deteriorado y postrero refugio de Monte (los
dos igualmente imaginarios), y cierran con contundencia la
propuesta narrativa del autor: Cuando entonces (1987) y Cuando ya no importe (1993).
Convencido
desde sus inicios del radical epigonismo de la literatura
hispanoamericana, y contrario a la tendencia grandilocuente y retórica
en los autores del continente desde los años de las guerras
independentistas, favorecida por las influencias de románticos y modernistas, Onetti se planteó para sí mismo
una escritura lacónica, que unida a su temperamento escéptico y
desencantado produjo un estilo que no tiene antecedentes y que abrió una
vía tan fructífera como inédita antes de él en la narrativa en lengua
española.
Obras que puedes leer en nuestra Biblioteca:
- Cuentos Completos
- Dejemos hablar al viento
- El infierno tan temido
- El pozo
- Jacob y el otro: un sueño realizado y otros cuentos
- La novia robada y otros cuentos
- Las máscaras del amor
- Tan triste como ella
- Tierra de nadie
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